¿Puedes contarnos tu trayectoria en el baloncesto, desde tus primeros pasos hasta hoy?
Me llamo Anthony Sevilla, tengo 29 años y soy belga de origen puertorriqueño. Comencé a jugar al baloncesto a los 10 años, pero fue a los 13 cuando realmente empecé a jugar en un club, en la categoría de menores, en Bélgica. A partir de ese momento, me integré a un club. Unos años después, me fui a los Estados Unidos para cursar un año de secundaria en el estado de Nueva York. Tenía un programa combinado de estudio y deporte. Allí no tuve muchos minutos de juego, pero fue una experiencia muy enriquecedora para mí. Después de esta experiencia en los Estados Unidos, regresé a Bélgica, donde jugué en varios clubes de 6ª y 7ª división. En un momento, sentí que necesitaba ver algo diferente y salir de mi zona de confort. Fue entonces cuando tuve la oportunidad de ir a Indonesia para jugar en el equipo de Yakarta. Hice unas pruebas gracias a un foro de Facebook y me reclutaron para una temporada. Jugué allí durante tres meses, pero fue una experiencia que me enseñó mucho, más allá del baloncesto. Descubrí una cultura totalmente diferente, la gastronomía, el estilo de vida. Sin embargo, fue mi primera vez fuera de mi zona de confort y no aguanté mucho tiempo allí, así que decidí regresar a Bélgica.
Después, tuve la oportunidad de ir a Portugal para jugar en la tercera división, una experiencia que realmente quería vivir, en parte para descubrir el país y la cultura del baloncesto allí. Tras esa aventura, volví a Bélgica, y hoy estoy jugando en España. Cada etapa ha tenido un impacto en mi carrera y mi visión del baloncesto, y cada nuevo destino me ha permitido evolucionar tanto como jugador como persona.
Has jugado en varios países como Portugal, Indonesia y España. ¿Qué te motivó a ir al extranjero para tu carrera?
Es realmente el amor por el baloncesto y mi deseo de enfrentar nuevos desafíos lo que me llevó a salir al extranjero. En Bélgica, no veía muchas posibilidades de evolución para mi carrera en ese momento. Entonces, decidí irme para progresar individualmente y ver qué más había allá afuera. Indonesia fue una oportunidad para superarme, no solo en el aspecto deportivo, sino también en el personal. Aprendí muchas cosas fuera del baloncesto: descubrí la gastronomía, la cultura. Al mismo tiempo, me di cuenta de que el baloncesto podía hacerme viajar, y una vez que empiezas a viajar, se vuelve como los tatuajes: ¡es difícil parar!
¿Qué momentos de tu carrera te marcaron y te hicieron crecer como jugador?
Portugal representó, en ese momento, la división más alta en la que había jugado. El entorno era muy diferente: la nutrición, los entrenamientos eran mucho más intensos y frecuentes, con sesiones por la mañana y por la tarde. Fue una experiencia impactante a nivel mental, porque al principio fue un poco difícil. En Estados Unidos, los entrenamientos eran más intensos, pero menos frecuentes. En Portugal, juegas con adultos, a diferencia de la secundaria donde principalmente juegas con jóvenes. Aprendes de los veteranos, enfrentas a jugadores adultos, y también tienes que superar la barrera del idioma.
Otro momento destacado fue en Bélgica, con uno de mis entrenadores, que era muy estricto. Aunque el nivel era más bajo, este entrenador me ayudó a ajustar mi juego gracias a críticas constructivas. Realmente valoro eso, las críticas que me motivan a mejorar.
¿Hay algún jugador o jugadora que te inspire en tu juego?
Empecé a seguir el baloncesto y me convertí en un gran fan de Carmelo Anthony. Aunque no juego en la misma posición que él, su juego realmente me inspiró. Aunque soy un jugador más pequeño (1,80 m), siempre he trabajado para mejorar y dar todo en la cancha. Más tarde, encontré una gran fuente de inspiración en Russell Westbrook. De hecho, él me motivó a usar el número 0, que sigo llevando hasta hoy. Actualmente, Anthony Edwards es un jugador que admiro mucho. Su juego es fundamental para su equipo, y eso me inspira enormemente. En general, intento tomar elementos del juego de cada jugador. Por ejemplo, he incorporado el «push cross» de Tony Parker, o los flotadores de Derrick Rose. Creo que siempre hay que aprender de los mejores e intentar imitarlos para mejorar tu propio juego. Incluso mis entrenadores me han alentado a estudiar el juego de otros para progresar.
¿Hay algún entrenador en particular que haya marcado tu carrera e influido en tu manera de jugar?
Sí, hay varios entrenadores que me han marcado. Phil Jackson, por ejemplo, me inspiró muchísimo, sobre todo por su enfoque mental y su gestión del equipo. Me encanta la filosofía de juego de Phil Jackson. En FIBA, Vincent Collet es otra gran fuente de inspiración para mí. Me gusta mucho el juego europeo, más colectivo, donde es esencial destacar a tus compañeros y evolucionar en una dinámica de equipo. En la NBA, también admiro a Gregg Popovich. Estos tres entrenadores han tenido un impacto importante en mi forma de ver el baloncesto.
También juegas en 3x3, un formato un poco diferente. ¿Qué es lo que más te gusta de este juego en comparación con el baloncesto tradicional?
El 3×3 es un formato muy diferente al baloncesto tradicional, pero me ha aportado mucho. Empecé en 2014, durante la temporada baja, sin un entrenamiento específico. Era solo para mantener el ritmo, pero poco a poco comenzamos a tomarlo más en serio. En 2017, empezamos a ganar algunos títulos, lo que nos motivó aún más. El 3×3 me permitió progresar rápidamente debido a su juego rápido y su lado más libre. No tienes un entrenador que te oriente constantemente, así que realmente debes confiar en tu instinto. Lo que me gusta es la libertad y la velocidad de este formato. A diferencia del baloncesto tradicional, donde a menudo sigues las instrucciones del entrenador, en el 3×3 tomas tus propias decisiones en la cancha, lo que desarrolla tu creatividad. En el 3×3 también hay más posibilidades de ganar títulos. Por ejemplo, llegamos a la final de un torneo europeo en Luxemburgo. Estos momentos son muy emocionantes, porque enfrentas a equipos nacionales y juegas a un nivel alto.
Tu perfil en Sportiw está casi completo al 100%. ¿Qué consejos darías a los jugadores para optimizar su perfil y atraer la atención de los clubes?
Sportiw es una plataforma increíble para los jugadores. Te permite presentarte como un producto completo. Mi principal consejo sería saber venderte. No basta con ser un buen jugador; hay que atreverse a mostrarse: publicar vídeos, compartir tu trayectoria y estadísticas. Muchos jugadores tienen talento, pero no se atreven a mostrar sus «highlights» o crear «reels». Sin embargo, esa es la primera impresión que los entrenadores y agentes tendrán de ti. En mi caso, no me considero un jugador excepcional, pero sé cómo hablar con entrenadores y agentes. Sportiw me permitió ser visto, con más de 800 visitas en mi perfil cuando estaba en la versión premium.
Tus proyectos futuros: ¿qué tipo de equipos buscas?
Soy muy flexible, esa es mi ventaja. Puedo jugar en cualquier lugar donde me quieran. No tengo preferencia por el nivel, siempre que sea respetable. No tengo límites ni grandes exigencias salariales; estoy dispuesto a ir a cualquier parte del mundo.
Para los jugadores jóvenes: ¿qué consejos les darías?
La mentalidad es esencial. Las oportunidades solo se presentan una vez, así que hay que estar listo para aprovecharlas. Pero, aún más importante, hay que amar el baloncesto por encima de todo, ser consciente de los sacrificios necesarios y mantenerse enfocado. Por último, aconsejo a los jóvenes que siempre pidan consejos y se rodeen de personas experimentadas. Hablar con jugadores mayores y aprender de ellos es clave para progresar. Y sobre todo, nunca conformarse: siempre hay que buscar llegar más alto.
Thank you, Anthony, for this interview.
We wish you all the best in your sports career and future projects.
If you’d like to check out our latest interviews: