Entrenador pero también empresario, Dimitri Pontif habló con Sportiw sobre sus dos pasiones. Testimonio…
¿Podrías presentarte primero?
Hola, me llamo Dimitri Pontif y tengo 35 años. Empecé a entrenar a los 19 años en el nivel de «Pôle Espoir» en Francia y luego en la quinta división francesa. Rápidamente me di cuenta de que quería diversificar mis habilidades y ganarme la vida con algo distinto al baloncesto, que sigue siendo un entorno bastante inestable.
Así que empecé en lo más bajo del escalafón, apilando estantes en los supermercados, y poco a poco me fueron asignando tareas más altas. Luego, muy pronto empecé a invertir en el sector inmobiliario y me convertí en agente inmobiliario. Creé mi propia empresa en el sector inmobiliario y luego otra entidad «Pontif Consulting», una empresa basada en el desarrollo de negocios y que se ocupa de la estrategia digital, así como de la estrategia comercial para empresas o clubes deportivos, es decir, la búsqueda de clientes potenciales, etc.
Los primeros clientes que tuvimos fueron clubes deportivos. Trabajamos con los clubes de baloncesto de Grenoble y Chambéry en Francia.
Desarrollar una red de socios, ¿un reto importante para un club?
Sí, ¡claro que es un tema importante en este momento! Antes, era raro que los clubes contrataran a alguien para el desarrollo comercial. Los clubes solían poner dinero exclusivamente en jugadores o contratar a un aprendiz para la parte comercial.
«En estos momentos, un club no puede conformarse con depender de las subvenciones públicas. Estos disminuyen cada vez más, y esto no favorece la democratización del deporte en Francia».
Esta es, por tanto, la principal razón por la que los clubes recurren cada vez más a las empresas privadas. Esto permite a los clubes disponer de fondos privados aparte de las subvenciones públicas.
¿Cuál es el incentivo para que una empresa privada se convierta en socio de un club?
Hay varias cosas importantes. En lo que a mí respecta, estaba vinculado a los clubes de Grenoble y Chambéry y ésta es la principal razón por la que decidí invertir en estos dos clubes. Conocía bien a los dos presidentes y tenía plena confianza en ellos.
Después, diría que es una cuestión de sentimiento, hay que sentir y ver si hay potencial o no en el club y si está preparado para rodearse de socios, para desarrollarse de forma más importante.
Usted es a la vez empresario y entrenador, ¿cómo consigue compaginar ambas cosas?
Bueno, cada vez es más complicado. Hay que organizarse muy bien porque todas las noches y todos los fines de semana están muy ocupados. Necesitas organización y energía.
¡Gracias a Dimitri Pontif!